Después de los bundt cakes y orange layer cake americanos, le toca el turno a la tradición española.

En internet hay muchas recetas de este bizcocho valenciano al que llaman coca boba o coca de llanda.  Se llama así porque el molde era de lata u hojalata.  No se si la mía será o no la auténtica pero es la que he comido desde niña en el pueblo valenciano donde crecí.

Era muy típico a la salida del colegio, antes de hacer los deberes, merendar un trozo de este bizcocho o unas rosquilletas o un panquemado con una chocolatina Lingotín, Los días «menos afortunados» era bocadillo de chocolate, de mortadela, de salami, etc.

En mi pueblo hay dos hornos tradicionales. Uno de ellos, cercano, despierta los sentidos del vecindario cuando, de madrugada, llega el olor de su chimenea mientras cuecen el pan y la bollería.

Preparan y venden este bizcocho y otros parecidos de calabaza, de manzana, con pasas, etc. que os haré más adelante.

La receta es de uno de esos hornos. ¿Más auténtica? Lo dudo.

Cuando iba de visita, ya con mis hijos, eran mi madre y mi hermana las que se encargaban de llenar la despensa con bollería y repostería típica y artesana. ¿Os podéis imaginar a una tía mayor consentidora de sobrinos? Así era mi hermana. ¡Un ángel para todos, especialmente con los más pequeños! Lo disfrutábamos desde los mayores hasta los más pequeños. ¡Qué ricos saben los alimentos artesanos, hechos con cariño y buenas materias primas!

También podéis encontrar variaciones de esta receta en este blog, o en este otro pero, después de probar varios, me quedo con la receta que os propongo yo.

Preparación:

Poner la rejilla del horno un poco más abajo de media altura. Precalentar a 180ºC encendiendo arriba y abajo, sin ventilador.

Untamos el molde con un poco de aceite y lo extendemos bien.
Batir los huevos con el azúcar hasta que queden como una crema clarita y con volumen. Añadir la leche y el aceite poco a poco hasta que esté todo bien integrado.
Tamizar y añadir la harina y los sobres de gasificante o la levadura química y seguir batiendo suavemente hasta que la mezcla quede homogénea. Añadir la ralladura de limón y volver a mezclar.
Echar la mezcla en el molde y espolvorear  azúcar por encima de la masa.
Meter al horno 30 minutos aproximadamente o hasta que al meter un palillo salga limpio.
¡Ojo, no abrir el horno hasta que haya subido la masa!
NOTA:  Si ves que la superficie te va a quedar excesivamente dorada (como me ha ocurrido a mí) y prefieres un bizcocho más clarito, poner un papel de horno por encima 5 minutos antes de terminar la cocción.
¡Espero que te guste!